No permita que la votación digital patentada perturbe la democracia
por Zoë Kooyman —
Aquí en la Free Software Foundation (FSF), luchamos por la libertad de todos los usuarios de software. Creemos que toda persona tiene derecho a comprender y estudiar los sistemas que utiliza, y que no poder ejercer este derecho es una violación de nuestra libertad. Esto se aplica a nuestro uso personal de software, pero se vuelve aún más importante en los procesos de democracia. Es particularmente relevante para las próximas elecciones de noviembre de 2020 en Estados Unidos.
Un país libre tiene la responsabilidad de garantizar que todos sus ciudadanos puedan ser escuchados y que los procesos de votación sean transparentes y justos. Entonces, ¿qué sucede si la gente sigue aislándose en noviembre para intentar prevenir una segunda ola del nuevo coronavirus? A medida que más procesos de nuestra vida se han puesto en línea debido a la pandemia, hemos visto surgir debates sobre un llamado a la votación por correo. Esta discusión parece estar despejando el camino para un renovado interés en el software de votación en línea como una alternativa remota a la votación en persona. Esto es motivo de grave preocupación.
En esta publicación sostengo que es esencial que el software utilizado en cualquier parte del proceso de votación sea software gratuito. Es inaceptable que un sistema democrático tan importante quede en manos de cualquier corporación de software propietario con fines de lucro que controle el código fuente, la gestión de datos, los informes, las actualizaciones y las pruebas. No puede resultar bueno exigir una orden judicial para poder estudiar el código fuente del software de votación para confirmar que el proceso es justo y democrático. Pero además, podría sorprender al lector exponiendo argumentos para decir que, a pesar de apoyar el deseo de aumentar el acceso y la facilidad para todos los votantes elegibles, el único sistema de votación verdaderamente libre, ético y democrático es en realidad un sistema que evita el uso de software. .
La tecnología puede ayudar en partes no fundamentales del proceso de votación, como acelerar simples cálculos in situ o procesos de verificación, en cuyo caso la transparencia es absolutamente vital y, por tanto, los sistemas utilizados deben ser software libre. El código fuente debe proporcionarse gratuitamente para que cualquiera pueda probar la aplicación, enviar modificaciones que puedan adoptarse para mejorar el software y hacer recomendaciones, mucho antes de que tenga la oportunidad de alterar los resultados. Pero los sistemas digitales no tienen cabida en las partes clave del sistema de votación, incluido el registro de votantes, la emisión del voto y el recuento de resultados. Los expertos están de acuerdo en esto y a continuación explicaré por qué con más detalle. Incluso cuando el código fuente está disponible, aunque podemos exigir transparencia y reproducibilidad, todavía corremos el riesgo de sufrir vulnerabilidades inaceptables.
Los ejemplos siguientes demuestran algunos de los peligros del uso de software propietario en el proceso de votación y por qué no se puede confiar a los vendedores de software propietario procesos democráticos cruciales.
Vulnerabilidades explicadas
Por mucho que los diferentes estados quieran gastar millones de dólares de los contribuyentes para implementar sistemas de votación en línea en un grado u otro, simplemente no existe una forma segura de hacerlo. The Observer explica que un sistema en línea debe tener en cuenta demasiados factores, desde verificar la identificación hasta crear una boleta secreta, votar y hacer llegar ese voto al comité, y luego verificarlo nuevamente en el otro extremo. Hacerlo todo seguro es casi imposible.
Los expertos en seguridad también llevan mucho tiempo expresando su preocupación. Después de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, la Academia Nacional de Ciencias (NAS) llevó a cabo una elaborada investigación sobre el futuro de la votación y publicó un informe titulado "Asegurar el voto: proteger la democracia estadounidense". El prefacio de este documento de 157 páginas dice: "En las noticias, en las audiencias del Congreso y en los informes de la comunidad de inteligencia se nos recordó constantemente la extraordinaria amenaza que suponen los actores extranjeros que utilizan armas cibernéticas y los medios sociales para manipular al electorado, y apuntar a nuestras elecciones y sembrar dudas sobre la integridad del proceso electoral".
El informe menciona que en 2016, las elecciones presidenciales de Estados Unidos fueron el objetivo de un gobierno extranjero y se capturó información de los votantes. Si bien las consecuencias exactas de esta invasión aún no están claras en gran medida, el temor a la vigilancia por parte de partes externas y a la intromisión en los resultados está obviamente justificado. La NAS concluye que el sistema actual es vulnerable a amenazas internas y externas y recomienda votaciones en papel verificables, auditorías y distinciones claras entre los diferentes elementos del proceso.
Votos en papel y procesos analógicos para la democracia
Tener total transparencia y control es la única manera de verificar la legitimidad de las elecciones. Actualmente, la mejor manera de lograr la transparencia es mediante la votación individual en papel. Obtendremos los resultados más cercanos a los justos trabajando con un sistema analógico.
Si necesitamos votar a distancia, contrariamente a lo que afirman algunos, el voto por correo es un recurso fiable. Un estudio realizado por la Universidad de Stanford concluye que: "(1) el voto por correo no parece afectar la participación de ninguno de los partidos; (2) el voto por correo no parece aumentar el porcentaje de votos de ninguno de los partidos; y (3) "El voto por correo aumenta modestamente las tasas de participación promedio general, en línea con estimaciones anteriores. Las tres conclusiones respaldan la sabiduría convencional de los expertos en administración electoral y contradicen muchas afirmaciones populares en los medios".
Desde el registro de votantes hasta el conteo, todos los pasos del proceso de votación podrían hipotéticamente realizarse de forma digital. Pero la votación es un sistema muy personal, sensible y complicado, que involucra a algunas de las partes interesadas más poderosas imaginables y donde la libertad está en juego. El software libre nos muestra el sistema y nos permite mejorarlo. Sin embargo, no garantiza que todo el proceso sea irrompible. Mantengámonos alejados de los sistemas digitales por ahora, por la libertad.